Este año ha sido, sin duda, una de las experiencias más completas e inolvidables de mi vida. Estudiar en Estados Unidos, concretamente en Florida, me ha permitido crecer como persona, como estudiante y como deportista. Desde el primer día supe que no iba a ser un año cualquiera, pero no imaginaba que me iba a marcar tanto.
Estuve viviendo en una residencia dentro del campus del colegio, no con familia anfitriona como muchos otros, sino con dos personas mayores que nos cuidaban como si fuéramos sus propios nietos. Su apoyo desde el primer momento fue fundamental. Me ayudaron, me guiaron, y sobre todo me hicieron sentir acompañado. La relación con ellos ha sido fantástica y son una parte muy importante del éxito que ha supuesto este año.
A nivel deportivo, he podido compaginar perfectamente los estudios con mi pasión: el fútbol. Vivía en una rutina exigente, pero muy gratificante. Me levantaba temprano, entrenaba, asistía a clase, estudiaba, y también tenía tiempo para pasar con mis amigos. La organización del día a día me ayudó a aprovechar al máximo cada momento. Una de las cosas que más me han gustado de la forma de vida americana, es lo bien que se organizan.
En el colegio éramos muy pocos españoles, y al principio se nota mucho. No tienes gente cerca con tus mismas costumbres o forma de expresarte. Si que es cierto que la comunidad latinoamericana era importante, especialmente los mexicanos, con quienes conecté enseguida. Me hicieron sentir acompañado, entendido, y me abrieron su cultura con una naturalidad increíble. Estoy profundamente agradecido por eso. Durante el Spring Break me invitaron a viajar a México, fue una experiencia que no voy a olvidar jamás. Asistí a una fiesta de 15 años, una celebración muy importante en su cultura, y vivir eso desde dentro fue algo muy especial para mí. Fue divertido, emocionante y totalmente diferente a lo que había vivido antes.
A nivel académico, destacaría sobre todo el nivel práctico de las asignaturas. Me gustó especialmente la asignatura de Economía que ha despertado mucho interés en mí. El colegio ofrecía muchas oportunidades para aprender también fuera del aula. Visitamos parques como Disney, fuimos a partidos del Orlando City, y vivimos momentos muy típicos de la cultura americana, como el prom, el famoso baile de fin de curso. También disfruté mucho de las actividades de fin de semana que organizaba el colegio: excursiones, partidos, salidas… Siempre había algo nuevo que hacer.
Una de las experiencias más sorprendentes fue cuando tuvimos que suspender las clases durante una semana entera por el huracán Milton. Fue algo completamente nuevo para mí. En España no vivimos ese tipo de fenómenos y, aunque al principio impone un poco, todo estuvo muy bien gestionado y nunca tuve sensación de inseguridad. Al final fue una semana diferente, que nos sacó de la rutina y que recordaré siempre como una de esas historias que sólo se viven una vez.
Lo que más me sorprendió a nivel personal fue la facilidad con la que, poco a poco, fui haciendo amigos y creo que ha sido fundamental para encontrarme tan bien durante todo el curso. Llegué pensando que iba a ser difícil, que el cambio era demasiado grande, que sería complicado encontrar mi sitio. Pero ocurrió todo lo contrario. Hoy, muchos de esos compañeros se han convertido en verdaderos amigos. De esos que sabes que vas a llevar contigo toda la vida. Pensaba que mis mejores amigos estaban en mi ciudad, en mi colegio de siempre, pero este año me ha demostrado que puedes encontrar personas increíbles en cualquier parte del mundo si te abres a la experiencia. Gracias a todos los amigos que he hecho, aunque estuviera tan lejos de mi casa, nunca me sentí solo.
Y sí, si tengo que decir algo que no fue perfecto, probablemente diría que la comida del colegio no era lo mejor. Pero al final uno se adapta, y con todo lo demás que estaba viviendo, era un detalle sin importancia.
Otra cosa que me llamó la atención fue cómo aprovechan el día en Estados Unidos. Allí todo empieza muy temprano, y esa costumbre la he adoptado.
También me di cuenta de cómo te enriquece convivir con tanta gente de distintos países. Este año me ha enseñado muchísimo. He ganado confianza, independencia y una visión mucho más abierta del mundo. Me voy con amistades increíbles, con recuerdos que valen oro y con la sensación de haber vivido algo único. Nunca pensé que un solo año pudiera cambiarme tanto, pero lo ha hecho.
Y lo más bonito de todo: lo viví haciendo lo que más me gusta en el mundo… jugar al fútbol.
Sin duda ha sido una experiencia recomendable al 100%.
Miguel 11th and 12th grade.
En el siguiente enlace encontrará todos los detalles del programa de internados en Estados Unidos: https://www.internationalacademicprograms.es/pais/eeuu/